31 de julio de 2009

Victimas indefensas

Cuando estamos en un sitio conocido como pudiera ser nuestro hogar, nuestro automóvil o un sitio en donde estamos con nuestros seres queridos, no pensamos acerca de cuan vulnerables somos a distintos riesgos.

Esta confianza nos lleva a descuidar puntos muy importantes que pueden desencadenar consecuencias que van desde contraer una enfermedad hasta un fallecimiento.

Como ejemplos de esto puedo señalar los accidentes que suceden al salir de la ducha en casa o las caídas por las escaleras cuando por la prisa no pisamos bien un escalón y por supuesto el clásico “voy a la esquina, para que me pongo el cinturón de seguridad” cuando viajamos en carro. Las consecuencias de todo esto nos demuestran cuan efímera puede ser la salud y no digamos la vida.

Cualquiera que haya usado una férula para tener inmovilizada alguna parte de su cuerpo puede dar fe de lo que estoy diciendo, lo que conduce a pensar sobre aquellos que no tienen los recursos necesarios para los tratamientos a su alcance y dependen de la bondad de un tercero que salga en su rescate.

¿Cuando ves un ser lastimado sin importar la especie, te detienes a ayudarlo?

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