A
unos cuantos días de la celebración de la independencia, todos nos
encontramos como pericos hablando de un hecho que marcó a vida de
cientos que aún sin haber participado jamás en un conflicto armado
pagaron el precio de las acciones de su gobierno.
Cuando
un gobierno como el de Estados Unidos tiene por sus acciones una mala
reputación a nivel internacional, una actividad bélica frecuente, es de
esperarse que los gobiernos o en un mejor caso los individuos hartos de
la situación se organizan para tomar acciones violentas ante lo que
pueden considerar agresiones.
Es
entonces cuando podemos ver que los sueños hollywoodenses se convierten
en pesadillas para los habitantes de diferentes regiones del mundo, no
solo siendo los habitantes del país causante los únicos afectados.
Más
que analizar el contexto político y social que permanecen detrás de
estos ataques terroristas, debemos reflexionar en cuantas veces esto se
repite a lo largo de la historia con lo que podremos llegar a una
conclusión, la rivalidad entre creyentes de “A” contra los creyentes de
“B”, en este caso fieles musulmanes enfrentados con fieles “cristianos”
que bien podríamos decir judeo/cristianos, lo cual se reduce aún más en
el control del dinero/riqueza en el mundo.
Estos hechos se pueden resumir en una única frase, “no importa si no entiendes de que hablan, siempre sera de dinero”
Esto
también aplica en las diferencias irracionales que vemos surgidas de
las elecciones presidenciales, entre partidarios de AMLO y de Peña
Nieto, mientras que uno se aprovecha del hastío del pueblo, el otro es
declarado como presidente bajo un fraude legitimado llamado mayoria
relativa, no hace falta la intervención de anillos mapacheros o una gran
cantidad de votos comprados, basta y sobra con dividir a la oposición.
En
este caso AMLO al igual que los líderes religiosos esta alborotando al
pueblo grabandoles la idea de que su enemigo es todo lo contrario a su
forma de vida y que de no actuar acorde a sus intereses serán victimas
de algo aunque no comprendan ese algo.
Evidencia
de lo anterior ya lo podemos ver con las declaraciones de AMLO al decir
que creara su propio partido político; algo que resulta francamente
incomprensible cuando el mismo a dicho que no es confiable todo el
sistema electoral, mismo al que tendrá que subordinarse su partido
político y del cual podrá recibir cuantiosas ganancias igual que Elba
Esther Gordillo las recibe de su partido Nueva Alianza.
Debemos recordar que no importa quien gana las elecciones, termina convirtiéndose en un servidor público, mismo que está bajo nuestras órdenes y existen mecanismos para hacer que acate dichas instrucciones.
¿Que significa para ti el 11 de septiembre?
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