1 de marzo de 2013

Pescando en las fosa abisal para la reforma social


En estos días hemos sido testigos de un hecho impensable, la detención de un pez gordo como la delincuente Elba Esther Gordillo, a quien se sabe por gentes cercana a ella esta ligada con el narcotráfico, lavado de dinero o como en este caso desvío de fondos.
Pero independientemente de cual de todos sus crímenes es acusada, si estos se vienen cometiendo desde hace más de 1 sexenio, resulta curioso apenas en 2013 cuando recién inicia un sexenio más que debe legitimarse ante el pueblo de México es cuando tenemos esta fabulosa detención, suena tanto como la paletita al niño que no quiere inyectarse.

En este caso tenemos como hecho de horror, el debate del IVA en alimentos y medicinas, el problema en PEMEX o incluso un tema menos popular pero de mayor importancia por tiempos, la desaparición de CFE, pues de igual manera que con LyFC se esta mencionando que la comisión Federal de Electricidad esta en quiebra, asi como tambien mencionar que esta le compra a diversas compañías privadas la producción de luz, lo que implica que dicho servicio está privatizado desde hace algún tiempo y por lo cual sólo habrá que eliminar la ya mínima participación gubernamental

Veremos la reacción del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) cuando sus fuentes de empleo sean desaparecidas como le sucedió al SME y al momento de que clamar por ayuda no seamos solo unos cuantos los que digamos aquí estamos.
Es momento de entender que la captura hecha a Elba Esther Gordillo, por los motivos expuestos, por muy feliz que parezca la noticia, es una intervención directa al sindicalismo en nuestro país y por lo tanto una afrenta a todos los trabajadores. Un recurso de organización obrera como la CNTE que son la oposición directa a este personaje es el medio más adecuado ante un conflicto interno en un sindicato y no la intervención del gobierno sin necesidad de queja ante una Junta de Conciliación y arbitraje.
Primero vinieron por los rojos y no dijimos nada, luego vinieron por los amarillos y tampoco se dijo nada, pero ¿Qué harás cuando vengan por ti y nadie diga nada?

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