Los
que hayan perdido a algún ser querido durante la última década del
siglo XX, recordaran con amargura las listas telefónicas a las que se
recurrían así como el de boca a boca para avisar del fallecimiento o
bien para transmitir las condolencias.
La
tecnologia avanzo y ese boca a boca se cambió de twitter a twitter,
facebook a facebook, dejando que las condolencias, el sentimiento de
unidad se vea de manera virtual y no solo física.
Es
muy fácil olvidar que lo que sucede en la red sucede físicamente para
alguien en algún lugar, se pierde ese sentido de realidad obteniendo una
falsa sensación de anonimato.
Vemos
hoy como los políticos hacen pública su opinión personal desde cuentas
como twitter y facebook sobre el fallecimiento de Lujambio, vemos que la
nota en los medios convencionales es la opinión vertida en twitter y
facebook pero no vemos que mencionan ampliamente la asistencia al
domicilio o a la funeraria o bien un mensaje público.
Podríamos
pensar que una vez anunciado algo en twiiter o bien en facebook seria
del conocimiento popular sin embargo para cosas relevantes no es
suficiente la comunicación de algo por un medio como internet que no
tiene la cobertura tan amplia como el radio.
Así
pues, pasamos de ver las condolencias virtuales como algo insólito a
algo cotidiano dejando aún más notoria esa brecha entre los afortunados
que tienen acceso a las tecnologías de la información y quienes no lo
tienen.
Con
eso llegamos a la conclusión de que el acceso a la tecnología y
telecomunicaciones debe ser ascendido a derecho constitucional y ser
garantizado para todos los mexicanos como parte de su educación.
¿Cuantas zonas conoces que aún no tienen acceso a internet?
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