En
el caso de la francesa Florence Cassez, tenemos a una secuestradora que
queda libre por la falla del “debido proceso”, este hecho ocurre de
manera más frecuente de lo que parece pues lo asentado en la
“averiguación previa” es tratado por las autoridades como el texto
bíblico por un cristiano fanático, una verdad innegable, invariable e
inequívoca.
En
este momento en todo México estamos indignados al ver como una
secuestradora, una escoria humana, recupera su libertad por las
equivocaciones producidas por el mal uso de la ley y los vicios
cometidos en tribunales.
Para
variar cientos de compatriotas que están en la misma situación del
joven “Gerardo” que no tuvieron el dinero necesario para pagar por su
libertad, aún permanecen encerrados de manera injusta por crímenes que
no cometieron, aunque ahora con el antecedente de Florence Cassez, es
posible que estos inocentes tengan un poco de esperanza y puedan retomar
de alguna manera su vida diaria la cual les fue robada por
incompetentes en el cargo.
Por
hechos como los antes citados, es que debemos luchar por un cambio en
el sistema, una revolución, no una revolución armada que implique una
cuota de sangre mayor a la que ya hemos pagado a lo largo de la
historia, sino una revolución dentro de nosotros mismos, en nuestro
comportamiento y hábitos diarios, conociendo las leyes, su aplicación y
cómo nos afectan esto no nos transformará en abogados pero sí nos dará
las armas para defendernos, el fuego se combate con fuego.
¿Qué te indigna más, la libertad de la francesa o los cientos como ”Gerardos”?
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